Pinturas 2025

Quimeras
En la mitología griega, la quimera es un monstruo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón, que escupe fuego.
Es una ilusión en sentido figurado, un sueño inalcanzable e irreal, pero todo esto se transforma cuando el arte arropa y habita las manos de Lucila y Susana.
Todo lo irreal toma forma porque se va amansado primero en el alma y luego en el calor de las manos, todo va tomando una forma y color porque de repente vemos el trazo firme de muchas pinceladas.
Al final cada creación se convierte en fragmentos de algo y de nada, un todo al mismo tiempo, una creación de la época en la que vivimos.
Trozos de pinturas disfrazas que se empeñan en retratar jarrones de barro que son flores.
¿Cuántas veces solo has albergado el silencio? Postrado sin movimiento delante de una obra de arte.
¿Cuántas veces te has emocionado hasta quedarte sin vocabulario?
Solo por el color y el movimiento de unos pinceles.
¿Cuántas veces has tenido que abrir un poco más tus ojos? Ante la duda de la realidad que detiene todo en nuestro interior y suspiras por un poco de esa cerámica ancestral.
¿Has pensado cuantas veces reencarnamos en el barro?, una vasija puede contener trazos de tierra de millones de años. Puedes tener la historia de nuestra humanidad en una mano.
Y con tus ojos al adentrarte en la cotidianidad de los días, una imagen,
sin que lo sepas, es la evocación perfecta del paso del tiempo sin límites.
Al final somos en el arte una arqueología imaginaria del inconsciente colectivo que nos rodea.
Dentro de muchos años otra humanidad más longeva excavará, encontrará
y tocará con mucho cuidado ese objeto, en un instante eterno cerrara los ojos para imaginarse: ¿Cómo serían las manos de esa alma creadora?, pensando que encontró una quimera.
Jacqueline Quintero Rosales

Díálogo entre Susana Schnell, Lucila Silbermins y Lara Marmor

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